miércoles, 12 de septiembre de 2012

Conserva de tomate

  Este verano estuve unos días, muy pocos, en el pueblo donde he veraneado toda mi infancia. Mi tio Alfredo tiene una finca allí y cultiva todo tipo de árboles frutales y de verduras. Como ando un poco obsesionada intentando encontrar el tomate perfecto, quiero decir, un tomate comercial que sepa a tomate, y no lo encuentro pensé que me podría traer de allí unos cuantos botes de tomates al natural para poder ir consumiéndolos con mucho mimo.
   Es increible lo bien que huelen y saben estos tomates.
   Para hacer la conserva lo primero que tenemos que hacer es lavar y pelar los tomates.
Para ello los ponemos unos minutos en agua caliente y luego la piel saldrá muy fácilmente.

   A continuación cortamos los tomates en trocitos y les escurrimos todo el jugo posible antes de meterlos en los botecitos de cristal.

   Por último sólo queda esterilizar los  tarros  para poderlos consumir en un medio plazo.
   Cubrimos con agua y hervimos durante 30 minutos.

4 comentarios:

  1. Que buena pinta tienen esos tomates ... Y esas conservas .... Muy buena idea !

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    1. Claro María, si es que las conservas son todo un invento!!!!!!!!
      Raquel

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  2. Raquel, un verdadero básico para hacer en la cocina, qué gusto da sacar en invierno un bote y hacer un moje o una ensalada o utilizarlo para la comida. Besos

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    1. Pues sí, un fondo de armario. Seguro que tu tienes ahí tus tomatitos y tus cositas bien conservadas para eso, tirar de ellas cuando haga falta. Un beso y a ver si nos vemos pronto en algun cursito.

      Besos
      Raquel






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